Eliminación controlada de las juntas preexistentes, empleando equipos específicos que preservan la integridad de la cubierta.
Preparación minuciosa mediante desengrase y retirada completa de todo residuo de sellador antiguo.
Aplicación de selladores náuticos certificados, seleccionados por su elevada elasticidad y resistencia al agua salada, rayos UV y movimientos estructurales.
Lijado profesional en toda la superficie para eliminar irregularidades y lograr una planimetría uniforme.
Control de calidad visual, que garantiza el cumplimiento de los más altos estándares de uniformidad y durabilidad.